18.11.08

EL ROSTRO HUMANO


Las proporciones en el rostro:
Cuando uno se decida a dibujar (o pintar posteriormente) el retrato de una persona, lógicamente una de las cosas fundamentales será el conseguir el parecido de esa persona pero no menos importante será el partir de una buena base en cuanto a las proporciones en el rostro que se vá a dibujar.
Yo voy a dar unas fórmulas para llevar a cabo en el “encaje”, que son inherentes a todas las personas (excepción hecha del rostro de un niño, como veremos), y que deberán tenerse en cuenta siempre, ya que de lo contrario ese rostro tendrá necesariamente imperfecciones en su resultado final (dibujo o pintura) puesto que el realizar esos encajes “a ojo” es sumamente difícil, salvo que se sea un artista consumado en este tipo de trabajos y salga todo a la primera.

Empezaré diciendo que se puede afirmar que el rostro puede encajarse en un rectángulo que tendrá una proporción de 3,5:2,5 partes, siendo la medida base de la que partiremos la de la frente que corresponde exactamente desde el nacimiento del pelo en la cabeza, hasta la altura de las cejas.Nada mejor para comenzar que un dibujo hecho por mí, al que llamo “figura 1”:
donde se supone que he calculado la altura del rostro de la persona por alguno de los medios que deben conocerse (bien con una regla y midiendo si es de una fotografía, bien con la ayuda del propio lápiz extendiendo el brazo y marcando con el dedo pulgar la altura para trasladar al papel).
Bien, yo en el ejemplo que os muestro, he supuesto que la altura del rostro de la persona a pintar es de 10,5 centímetros así que como ya hemos visto, en la proporción del rostro a lo alto, como son 3,5 partes, divido 10,5 : 3,5 = 3 cm . (que será la “medida base” que recordareis era la medida de la frente); así que marco a lo ancho y como habíamos visto que eran 2,5 veces la medida de la frente: 2,5 x 3 = 7,5 cm . que me dará las referencias suficientes para dibujar el rectángulo que tendrá 10,5 cm de altura y 7,5 cm . de anchura.
Ahora procedo a dividirlo tanto a lo alto como a lo ancho por la mitad, lo que me dará unas líneas que serán importantes pues la vertical me dará justo el eje de simetría del rostro, y la horizontal me marcará justamente el lugar donde acabará la altura de los ojos veis por tanto que comenzamos a tener referencias importantes.
Pero hay mucho más, veréis a continuación más puntos de referencia pero lo mejor es adjuntar la “figura 2”:


veis que al rectángulo original le añado ahora un montón de referencias más en el momento en que procedo a dividir tanto el alto como el ancho en sus 3,5 y 2,5 partes respectivamente, por lo que salen una serie de líneas o “puntos de referencia” que explico: primero de arriba abajo la primera línea verde que encontramos nos vá a indicar EL NACIMIENTO DEL CABELLO, la segunda que encontramos será la que nos marque la PARTE SUPERIOR DE LOS OJOS, además en su prolongación nos indicará la PARTE SUPERIOR DE LAS OREJAS, y seguimos hacia abajo con la línea del eje que ya vimos por lo que pasamos a la siguiente que nos dará la situación de la BASE DE LA NARIZ.
En cuanto a las verticales y de derecha a izquierda, tendremos la primera de ellas que nos vá a decir donde empieza EL OJO de la derecha según lo miramos (su arranque cerca de la nariz) y asimismo nos dá la anchura por su derecha de LA NARIZ ; luego viene el eje de simetría vertical que ya vimos, por lo que la siguiente vertical nos dará justamente el final del ojo de la izquierda.
Como veis, esto sería suficiente ya para abordar las proporciones, pero es que aún podemos obtener más referencias, vereis: si las dos divisiones verticales más anchas las dividís ahora por la mitad según veis en la “figura 3” que adjunto:



donde apreciamos que la primera línea roja de la derecha nos vá a dar la ANCHURA DEL OJO de la derecha y la siguiente línea roja sería para el NACIMIENTO DEL OJO de la izquierda y además para referenciarnos el ANCHO DE LA NARIZ.
Pues solo nos faltaría ahora dividir por la mitad (a lo ancho) la última parte inferior para que tuviésemos la BASE DEL LABIO INFERIOR.
Así que como veis tenemos un encaje perfecto, con un número de referencias que parece abrumador en principio, pero que cuando os acostumbreis a efectuar encajes para dibujo del rostro, los sacais enseguida porque la mecánica es siempre la misma.
Ni que decir tiene que esto sería un encaje para “la persona ideal” pero la práctica os hará ver que es muy difícil hallar el rostro ideal, ya que alguno presentará una ligera desviación del tabique nasal, otro una diferencia en la altura de los ojos o cejas…., enfín, pero no me direis que no es mucho más sencillo desviar a derecha o izquierda un poquito el tabique nasal pero cuando se dispone una referencia clara de donde vá ese tabique ¿verdad?. Bien, pues una vez visto lo anterior sería sumamente fácil dibujar esto que adjunto en la “figura 4”:


ya que las referencias que he obtenido son importantísimas y el dibujar el rostro es un “juego de niños”.-Ahora bien, el conseguir el parecido con el modelo ya es otro cantar y es ahí donde interviene la habilidad del artista en conseguir plasmar ese gesto, esa mirada…

Fuente: http://www.deseoaprender.com/DibujoRostro/Lecc1Rostro.htm